Shylock (2000 – distribución)

Túbal fue concebido por el más popular y brillante dramaturgo de todos los tiempos: William Shakespeare. Su condición de amigo de Shylock e influyente miembro de la comunidad hebraica de Venecia  “Túbal, un rico hebreo que es de mi tribu”, así lo presenta Shylock en la famosa escena del Rilatono impide que su intervención en la obra El mercader de Vecenia sea más bien breve. Una sola escena y ocho frases.

En Shylock, Túbal se erige en protagonista único y, de su mano, el espectador recorre la historia ilustrada de más de 400 años de teatro y de más de 2.000 años de marginación del pueblo judío. Para ello, Túbal se convierte en cuarenta y tres personajes, recita Shakespeare, encarna a cuanto intolerante histórico se ha cruzado en su camino y crea una comunicación con el espectador no demasiado alejada del cabaret.

Túbal, observador privilegiado de grandes y terribles acontecimientos, puede ironizar o conmoverse sin perder un ápice de naturalidad. No habla con resentimiento si no con sarcástico fatalismo. Su personaje teatral no tiene la grandeza épica del vencido si no la frustrante cotidianeidad del ignorado.

La obra además de ser un impresionante y ameno recorrido por la historia, contiene una reflexión divertida y sarcástica contra cualquier forma de exclusión social, contra la estupidez cargada de dogmatismo que culpabiliza al “otro” de nuestros propios errores y que desgraciadamente aun no hemos conseguido erradicar.

 

Dirección: Luca Valentino

Reparto: Manel Barceló

 

Autor: Gareth Armstrong

Traducción: Joan Sellent

Asistente de dramaturgia: Rebecca Simpson

Escenografía: Jose Menchero

Diseño de Vestuario: Mariel Soria

Máscara: Guerrino Lovato-Mondonovo

Consultor Musical: Alberto Jona

Confección del vestuario: Manuel Peña

Diseño de iluminación: Quico Gutiérrez

Iluminación: Carles Rigualt

Secretaria de producción: Lluïsa Rodríguez

Asistente de dirección: Marta Otzet

Producción: Teatre Malic.